El marketing corporativo combina una serie de elementos que conforman la visión de la empresa, de sus objetivos y valores y que, en definitiva, representan la esencia de la marca. Ahora bien, en Tecreo consideramos que nada de esto es posible si no se apoyan en el protagonismo de los propios clientes. Y es que son ellos los verdaderos artífices del proyecto, quienes lo conocen y lo aman, quienes luchan por él. Y nadie mejor que estas personas para explicar y transmitir el alma de la compañía que lideran.
Por este motivo, preferimos hablar de marketing corporativo “personal”, en el sentido que todos nuestros esfuerzos estratégicos se centran en contar con la interpretación directa de los creadores empresariales. En hacerles hablar, escuchar sus voces, captar sus emociones, trasladar sus deseos y llevarlos, a través de formatos audiovisuales atractivos y vanguardistas, al público al que se dirigen. Se trata, dicho de otra forma, de subirlos al escenario para que conecten directamente con sus audiencias.
Todo ello no es sino una manifestación de los valores propios de Tecreo, fundamentos profesionales que siempre buscan a la persona que se oculta tras la parafernalia táctica de la imagen de marca. Quién está detrás de ese logotipo, quién apuesta por un determinado tipo de acciones, quién invierte, quién se preocupa, es realmente el quién que importa para llegar a los quiénes que interesan. Y vincular ambas posiciones con un enfoque humano y natural es la conexión que toda empresa necesita.
Con el fin de cumplir este fascinante objetivo, en Tecreo ponemos a disposición la dilatada experiencia de nuestro equipo y las herramientas profesionales más innovadoras. Afrontamos cada paso en la planificación, organización, implementación y medición de operaciones sin perder ni un segundo de vista que somos personas que trabajamos con personas que buscan conectar con otras personas. Y será, precisamente por esta razón, que el resultado es siempre de lo más gratificante, inspirador y efectivo.
No olvidemos nunca el poder de la verdadera comunicación.